Una vez a través de Alemania. Con la moto de carreras. En 5 días.
Hay que estar un poco loco para tener ideas así, pero sobre todo hay que ser apasionado y estar motivado. Estas características se pueden encontrar en abundancia en los socios de BORA. Uno de ellos es Lars Hanfgarn, asesor de interiorismo de Svane Køkkenet, en Aabenraa (Dinamarca), no lejos de la frontera alemana.
Todo empezó con un dicho casual. Como a Lars le gusta mucho montar en su bicicleta de carreras y al fundador de BORA, Willi Bruckbauer, también, el deportista danés sugirió a su contacto en BORA que fuera en su bicicleta de carreras hasta Raubling para saludar al fundador de la empresa. Llegó como tenía que llegar: Willi se enteró de la idea, le gustó enseguida e invitó a Lars. Como Lars cuenta con el pleno apoyo de su jefe cuando se trata de su pasión, la "loca idea" inicial se convirtió rápidamente en realidad. Viajaron a Raubling pasando por Hamburgo, Northeim, Bad Königshofen e Ingolstadt, no sin antes hacer una parada en la pop-up store de BORA en Múnich.
Pasamos la noche en hoteles para tener un lugar seguro donde relajarnos, algo esencial en un viaje como éste, independientemente del tiempo que haga. Unos días antes de la salida, un amigo llamado Jan se enteró de la idea y se unió rápidamente a Lars. Un apoyo físico y psicológico que incluso el vikingo más entrenado puede utilizar en una aventura como ésta. El ciclista de 53 años planificaba su ruta fácilmente en Internet y siempre tenía el itinerario en el ordenador de su bicicleta. Siempre allí: Dos bolsas en la moto con lo esencial, con una pequeña bandera danesa atada. Hay que permitirse tanto orgullo nacional.
La atracción deportiva no era el principal motivo del viaje. A Lars le encanta el ciclismo de carretera porque se practica al aire libre, se pueden descubrir paisajes impresionantes y nunca se descuida el aspecto social. Como lleva muchos años sobre el sillín y recorre unos 10.000 kilómetros al año, la distancia hasta Raubling no le disuadió de su plan. Además, Lars ya ha conquistado muchos de los puertos alpinos más difíciles y el viaje era justo lo que necesitaba para prepararse para su destino deportivo soñado: Un viaje de Velje/Dinamarca a Niza, en el que recorrerá 2.300 kilómetros con 30.000 metros de altitud en sólo 12 días.
Sin embargo, el viaje a Raubling no tardó en suscitar cierta expectación. Como era su primera aventura de este tipo en una bicicleta de carretera sin apoyo, es decir, sin vehículo de apoyo, la idea se extendió con mayor rapidez. Esta atención fue una sorpresa para Lars, pero le tomó el gusto y documentó el viaje a Raubling en breves videodiarios. Su jefe quedó tan prendado de la idea que voló a Múnich sin más dilación y acompañó a Lars y Jan los últimos kilómetros en coche. Cuando llegaron a la torre BORA de Raubling, les esperaba una bienvenida digna y, por supuesto, un tentempié preparado por BORA.