Una simple pregunta cambió el mundo de la cocina: ¿Por qué no extraer los vapores directamente de la placa de cocción? Esta visión da lugar a BORA, una marca que desafía constantemente el statu quo y transforma las cocinas de espacios funcionales en auténticos espacios vitales
Antes de fundar BORA, Willi Bruckbauer trabajó durante más de veinte años como maestro carpintero de cocinas en Raubling. Una y otra vez se topaba con el mismo problema: el capó extractor. Ruidoso, ineficaz, perturbador: un cuerpo extraño en cualquier arquitectura que no encajaba en los espacios abiertos y bellos que quería diseñar.
Quería crear un sistema que extrajera el vapor hacia abajo con más eficacia que cualquier capó hacia arriba. Esa fue su meta y su objetivo desde el principio. No podía dejar pasar la pregunta crucial: ¿Por qué no extraer el vapor directamente donde se produce, en la propia placa de cocción?
En 2005, rompe con lo conocido. Se sentó con cartón, tijeras y pegamento y construyó el primer prototipo. Más tarde se fabricó una versión en chapa metálica. Probó, probó y descartó. Y al final funcionó. La física se convirtió en su aliada y le proporcionó la prueba en sí: El vapor subía a una velocidad de un metro por segundo, mientras que el flujo transversal de la chimenea tiraba hacia abajo a cuatro metros por segundo. Radicalmente sencillo, radicalmente necesario y radicalmente revolucionario. Así nació BORA, el original, un viento de cambio que no sólo cambió las cocinas, sino que las replanteó.
La visión está en su sitio, la solución funciona. Pero el mundo que le rodeaba era escéptico. Los bancos se despidieron, los socios dudaron. "Demasiado arriesgado, demasiado descabellado", decían. Para Willi, una cosa está clara: Si nadie le acompaña, tendrá que hacerlo solo.
Sin mucho capital inicial, pero con la convicción de que su idea no sólo era práctica, sino necesaria, Willi Bruckbauer lanzó al mercado el primer sistema premium apenas un año después de fundar la empresa en 2007: BORA Professional A este le siguió el BORA Classic y en 2010 la concesión del Premio Fundador de Alemania. La prueba: Esta idea no sólo era audaz, sino que estaba preparada para el mercado, era inevitable, una clara declaración a favor de lo extraordinario.
En 2012, BORA entra en la etapa internacional: La empresa presenta su innovación a un público mundial en la feria EuroCucina de Milán.
El patrocinio en el ciclismo profesional comienza al mismo tiempo. Millones de personas ven el logotipo en el Tour de Francia. La marca llega a millones de salones de todo el mundo. El paso al ciclismo tuvo un origen personal. Willi, un ciclista entusiasta, conoce desde hace muchos años a Ralph Denk, el director del actual equipo Red Bull - BORA - hansgrohe. Esta conexión dio lugar a una asociación que fue mucho más que un mero patrocinio: BORA se dio a conocer internacionalmente y, aún hoy, la marca sigue vinculada al deporte profesional.
BORA está creciendo, desarrollando nuevos productos y formando un equipo. La idea que nadie quería al principio se convirtió poco a poco en una marca con atractivo internacional:
Willi Bruckbauer sigue hoy detrás de todo: Visionario, mente creativa y fuerza motriz. Su reivindicación es sencilla e inflexible: La tecnología debe mejorar la vida en la cocina: de forma más silenciosa, más sencilla y más bella.
Willi lo tuvo claro desde el principio: Si BORA quiere tener éxito, entonces sólo en el segmento premium. La calidad y la estética no eran extras para él, sino un principio básico. Por ello, hizo de la investigación y el desarrollo el eje central de la empresa. Una afirmación que no ha cambiado hasta el día de hoy. Como resultado, se crean constantemente nuevos productos que complementan la arquitectura en lugar de perturbarla. Siempre con el objetivo de transformar la cocina de un lugar funcional en un auténtico espacio vital.
En 2018 se crearán nuevos entornos de trabajo: el edificio BORA en Niederndorf, seguido del rascacielos de Raubling en 2019. La arquitectura se convierte en una expresión de la marca: líneas claras, conceptos audaces.
De aquí a 2021 habrá cuatro nuevos productos: empotrados, silenciosos e intuitivos. 2021 marca un punto álgido:
Con el BORA X BO, BORA lanza un horno de vapor que combina horno de vapor, campana extractora y funciones profesionales y que cuenta con una innovadora función de autolimpieza. Además del BORA S Pure y el multi-cajón. BORA va más allá del extractor de encimera y, sin embargo, se mantiene fiel a su misión de "más placer en la cocina". BORA no sólo quiere introducir nuevos productos en el mercado, sino también marcar el ritmo del sector.
En la actualidad, BORA está representada en más de 40 países. Los premios, galardones e hitos son los éxitos visibles. Pero la actitud es más importante: tener el valor de cuestionar las convenciones.
BORA ya está escribiendo el siguiente capítulo: La Fábrica Vertical de Niederndorf, en el Tirol, es un lugar donde confluyen visión e ingeniería. Los aparatos de cocina BORA se fabrican íntegramente en la empresa, en varias plantas que combinan componentes, montaje final y logística. Tan intransigentemente bien pensados como la idea que los impulsa. Eficiencia, sostenibilidad y diseño se fusionan aquí para crear un lugar que despierta curiosidad y muestra cómo BORA está repensando la cocina.
La historia del fundador de BORA es algo más que una historia de éxito. Es un ejemplo de cómo una simple pregunta puede convertirse en un movimiento. Willi Bruckbauer lo ha demostrado: Quienes perseveran y desafían el statu quo pueden revolucionar mercados enteros. La misión de BORA no ha cambiado: The End of Normal, porque BORA se considera el original, antes como ahora.