Verdura sana de cultivo propio: cómo hacerlo

Verdura sana de cultivo propio: cómo hacerlo

Tomates jugosos, lechugas crujientes, patatas frescas o guindillas picantes. Cultive usted mismo su propia verdura, literalmente, al lado de su casa: en un arriate o jardinera de suelo elevado del jardín, en el balcón o en un huerto urbano de la gran ciudad. Y si no tiene tiempo o ganas de trabajar en el huerto, también puede comprar alimentos ecológicos de temporada a agricultores de la zona o solicitar su envío a casa.

Créditos fotografía:

Green City e.V. - Paul Günther

90 Grad Photography Hilger/Schneider

Querfeld.bio

Consejos para hortelanos ecológicos principiantes

Lo primero: para plantar y cultivar verdura no se necesitan grandes conocimientos previos de horticultura. No obstante, sí que hay un par de principios básicos que un autoabastecedor debe conocer para que pueda disfrutar de una rica cosecha de productos ecológicos del huerto propio.

En primer lugar estaría la elección del lugar adecuado: para crecer, las plantas necesitan sobre todo luz del sol. Por ello es importante buscar un lugar adecuado para el cultivo, en el que no dé todo el día la sombra y donde las jardineras y maceteros estén protegidos del viento pero tengan, no obstante, una buena ventilación.

Y hablando de maceteros: los tiestos y demás recipientes en los que deberá crecer la verdura no deben ser demasiado pequeños. Así pues, a la hora de elegir, mejor pasarse un poco de tamaño y asegurarse de que la maceta tenga un orificio en el fondo para evitar la acumulación de agua. Porque, por supuesto, si no se riega regularmente, no crecerá nada.

Para los aficionados principiantes se recomienda además no elegir unos tipos de verduras demasiado exigentes. En poco tiempo tendrá buenos resultados con clásicos como lechugas, tomates, rábanos, pimientos, pero también calabacines y, por supuesto, finas hierbas de todo tipo. Estas últimas se pueden cultivar incluso en interiores siempre que les llegue suficiente luz natural. Las macetas especiales con iluminación por led integrada para unas condiciones óptimas de crecimiento hacen esto muy fácil.

Un apunte más: para plantas que necesitan muchos nutrientes, como los tomates o pepinos, los expertos aconsejan usar un sustrato especial para verduras en lugar del normal para flores. Este sustrato especial —al igual que el compost— ya contiene suficientes nutrientes y no requiere fertilizantes.

Espacios para el huerto urbano: quien busca encuentra

Para plantar y cultivar verduras no se necesita un huerto muy grande. Un balcón con buena luz es más que suficiente. También un patio interior o una azotea pueden convertirse, por ejemplo con un arriate elevado, en una pequeña zona de cultivo de deliciosos alimentos ecológicos. En grandes ciudades como Berlín o Múnich ya hay numerosos huertos colectivos puestos en marcha a través de iniciativas ciudadanas. A menudo, solares urbanos que estaban abandonados son utilizados por colectivos para sembrar, plantar, cuidar y, lógicamente, cosechar. Cualquier persona que colabore tendrá derecho a una parte de la cosecha. Así, por ejemplo, la asociación Green City e. V. permite a habitantes de Múnich cultivar en pequeñas parcelas verdura y finas hierbas para consumo propio. La única condición es lo que ellos llaman un «padrinazgo del arriate».

Pero también hay iniciativas puramente municipales en torno a la agricultura sobre superficies urbanas como, por ejemplo, la de la ciudad Andernach en Renania Palatinado. Desde 2010 y bajo el lema «La ciudad comestible», la localidad pone a disposición y gestiona áreas verdes públicas para el cultivo de alimentos, cuya recolección está abierta a todo el mundo.

En Querfeld también hay verdura y fruta ecológica salvada: en Múnich y Berlín se puede elegir y pedir online a través de querfeld.bio una cesta de verdura, y recogerla el día deseado en una «embajada del campo» cercana al domicilio.

¿Y si no tengo tiempo o ganas de trabajar en el huerto?

Las personas que no quieran cultivar ellas mismas sus hortalizas no tienen por qué renunciar a productos 100 % ecológicos y locales. Actualmente en casi todos los sitios existe la posibilidad de comprar verdura ecológica a un vendedor directo de la zona. Muchos agricultores ecológicos ofrecen en puntos de venta a clientes de la zona sus productos recién recogidos del campo, los suministran o incluso los envían. Quizás haya también cerca de su casa alguna oferta similar.

Si no es así, otra opción es solicitar el envío de la verdura ecológica a través de intermediarios especializados, por ejemplo, como caja de verduras. Si hay además gente interesada en buscar soluciones al desperdicio de alimentos, puede que ofertas como las de etepetete o Querfeld le llamen la atención. A sus cestas o bolsas solo llegan verduras ecológicas imperfectas, es decir, que no cumplen el estándar de forma y, por tanto, habitualmente serían desechadas. Sin embargo, estos ejemplares más «feos» no tienen nada que envidiar a sus proporcionados compañeros en lo que a sabor se refiere. Son, como mínimo, tan válidos para la preparación de deliciosos platos como la verdura ecológica «normal».

¿Qué le parecerían, por ejemplo, unos Tagliatelle con brócoli y salsa de mostaza a la nata o un Risotto de cebada perlada con feta, aceitunas, pimientos y rúcula? Eche un vistazo a nuestras Recetas BORA: aquí encontrará muchas más ideas deliciosas para confeccionar su menú favorito, sano y fácil de preparar.