Cocina al vapor más sana y deliciosa

Brócoli, zanahorias, espárragos verdes… Cocinadas al vapor, todas las verduras conservan su color, aroma y, lo que es más importante, sus vitaminas y nutrientes, de los que se pierde una parte si se preparan cocidas con agua en una olla. Por ello, la verdura preparada en el horno de vapor no solo tiene mejor aspecto, sino que también es más sana y sabrosa que si se cocinara de forma convencional. Y lo mejor: queda más crujiente.

Con la fruta también se pueden preparar postres exquisitos en el horno de vapor. Por ejemplo, al vapor se consiguen unas compotas deliciosas. La fruta al vapor es estupenda para hacerla puré, por ejemplo, para preparar mermelada o tarritos de bebé caseros

¿Qué cocinero aficionado no sabe esto? Si se pasa uno de tiempo al hacer el pescado en la sartén, este quedará seco y se pegará al paladar. Con un horno de vapor no se cometerá este fallo. Al vapor, el pescado ni se seca ni se desmorona, siempre que no se deje durante horas dentro del aparato. Por cierto, generalmente para cocinar al vapor apenas se necesita grasa o sal.

Los trozos magros de vacuno, ternera o ave, quedan particularmente jugosos con la función de asado del horno de vapor. Un aparato de alta calidad suele disponer además de un termómetro para carne inalámbrico para controlar la temperatura interior del asado y regularla automáticamente. De este modo, el horno de vapor ofrece siempre las condiciones óptimas para poder disfrutar de un apetitoso plato de carne.

En el horno de vapor quedan muy bien, tal como indica su nombre, los Dampfnudeln («pasta al vapor» en alemán), una especialidad de Baviera. También todo tipo de knödel o empanadillas pueden hacerse al vapor. Por cierto, en el horno de vapor también puede preparar pasta: para ello solo tiene que meter en el aparato la pasta dentro de un recipiente sin agujeros con un poco de agua y sal.

Preparar arroz en el horno de vapor es mucho más fácil que en una olla. Es prácticamente imposible que se pegue. En los accesorios de la mayoría de los aparatos se incluyen fuentes especiales para arroz o recipientes sin agujeros para cocer arroz. Solo hay que poner el arroz con agua y un poco de sal en dicho recipiente y meterlo en el horno de vapor; tras la cocción el arroz quedará suelto y sin apelmazar. Regla para calcular la cantidad de agua correcta: por una parte de arroz, una parte y media de agua aproximadamente. Es decir, 1 taza de arroz y 1,5 tazas de agua.

Quien se anime a hacer pan en el horno de vapor se sorprenderá con su crujiente corteza. Debido a que se pulveriza vapor en intervalos periódicos, el pan queda esponjoso y jugoso, sube bien y, al mismo tiempo, forma una corteza crujiente gracias al calor. Algunos aparatos disponen incluso de programas especiales para horneado de pan.

El clásico italiano se hace más rápidamente en un horno de vapor que en un horno normal. Además, el vapor hace que la masa de la pizza suba más y quede más esponjosa que con un horno convencional.