Ergonomía en la cocina

Ergonomía en la cocina

Una cocina es (como) un lugar de trabajo, según el proyectista de cocinas y ebanista de profesión Max Kaltner. Trabaja en el lugar en donde se desarrolló, en su momento, el primer sistema de extracción de superficie BORA, y donde hoy se pueden adquirir productos de marca para construcción e interiores: en la werkhaus de Raubling. En la entrevista explica por qué hoy se hace necesario ampliar las premisas del conocido diseñador alemán Otl Aicher.

De la “cocina para cocinar”

Otl Aicher cofundó la famosa Hochschule für Gestaltung, también conocida como Escuela de Ulm, y reflexionó en torno a la concepción de la cocina ideal. Su obra “Die Küche zum Kochen. Werkstatt einer neuen Lebenskultur.” (“La cocina para cocinar. El final de una doctrina arquitectónica.”) necesitó de una labor de investigación intensa en cocinas de la alta gastronomía, pero también en la suya propia. Y es que, según Aicher, quien no cocine regularmente, tampoco será capaz de concebir, o diseñar, una cocina.

¿A qué conclusiones llegó con su investigación y qué caracteriza a la “cocina para cocinar”? Su respuesta fue clara: en primer lugar, se necesita funcionalidad. Todos aquellos utensilios que se utilicen para cocinar en el día a día, regularmente y con frecuencia, deberán colocarse en espacios lo más abiertos posible, a mano, y no dejarlos desaparecer en voluminosos armarios de cocina, que Aicher llega a comparar con mobiliario industrial.

Sin embargo, según nuestroespecialista en proyectos de cocinas, Max Kaltner, hay un aspecto que Aicher no tuvo en cuenta en esa década de los 80 desde la que se pronunció: “En su obra, Aicher habla de cocinas que, a diferencia de lo habitual hoy día, se ubican en un espacio separado de la sala de estar”. Pero dado que, cada vez más, la cocina, la comida y la vida se desarrollan en un mismo espacio, el proyecto de una cocina se concibe como una transición entre diseño y funcionalidad.

El triángulo mágico de la cocina

Que el diseño de la cocina debe realizarse desde un enfoque integral es algo en lo que están de acuerdo Otl Aicher y Max Kaltner. Se hace necesario concentrar la atención, no en los electrodomésticos en sí, por separado, sino las secuencias de trabajo que rodean al acto de cocinar: refrigerar o almacenar, lavar, preparar, cocinar y emplatar o servir, todos ellos deben imaginarse en torno a una especie de disposición triangular, el llamado “triángulo mágico”.

Ese triángulo se deriva de aquellas áreas de trabajo que se suceden de una forma lógica y determina, de forma decisiva, el diseño de una cocina funcional. Así, frigorífico, fregadero, encimera, placa y horno se ubican de forma que las distancias resultantes sean lo más cortas posibles para la persona a cargo de cocinar.

Esta división por áreas, a su vez, resulta imprescindible para que varias personas puedan trabajar a la vez, sin estorbarse, en la preparación de los platos. Para ello, lo ideal es una isla de cocina, fácilmente accesible en todos sus lados. Y es que comer es un acto comunicativo, al igual que cocinar.

¿Cocina nueva? Consejos que tener en cuenta

¿Qué más debería tenerse en cuenta al proyectarse una cocina en lo referente a su ergonomía? Max Kaltner nos trae algunos consejos para disfrutar de su cocina por mucho tiempo:

  • La altura de la encimera debe adaptarse a la altura quien vaya a cocinar. Si hay una diferencia muy grande de alturas, como la que se puede dar en una pareja, es posible compensarla con una tabla de cortar de altura extra.
  • Instale el horno (de vapor), como el BORA X BO, y el lavavajillas a la altura de trabajo. Así podrá ver perfectamente el nivel superior.
  • En términos de bienestar, es importante que quien cocina pueda disfrutar de una vista libre hacia el resto de la cocina o hacia el exterior, en lugar de mirar permanentemente a la pared. Por ello, siempre que sea posible, trate de ubicar el fregadero o su placa de cocción (BORA) delante de una ventana o en la isla.
  • Nuestros sistemas de extracción de superficie BORA también le garantizan disfrutar de una vista libre. Además, son ergonómicos, porque evitan que tenga que trabajar encorvado. Y también se integran a la perfección en la estética de su cocina.

El objetivo de un proyecto de cocina ergonómico, resumiendo según Kaltner, es diseñar unas condiciones de trabajo que satisfagan las necesidades de los usuarios. Por tanto, las soluciones individuales se hacen imprescindibles a la hora de proyectar una cocina.