La campana extractora es un útil ayudante en la cocina. Atrae los vahos o vapores que se generan al cocer y freír y deposita las partículas de olor contenidas en estos en unos filtros. Este principio es el mismo en todas las campanas extractoras, tanto si se trata de modelos con extracción al exterior como con recirculación. La consecuencia: En la cocina hay aire limpio, la habitación y la ropa no se quedan impregnados durante horas del olor a comida y en los muebles y paredes no se acumula ninguna capa pringosa. Todo perfecto. Pero: A pesar de su utilidad, la campana extractora clásica tiene algunas desventajas.
Frente a las campanas extractoras, los extractores hacia abajo llevan claramente la delantera.