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La alternativa a la clásica campana extractora: extracción hacia abajo

La campana extractora es un útil ayudante en la cocina. Atrae los vahos o vapores que se generan al cocer y freír y deposita las partículas de olor contenidas en estos en unos filtros. Este principio es el mismo en todas las campanas extractoras, tanto si se trata de modelos con extracción al exterior como con recirculación. La consecuencia: En la cocina hay aire limpio, la habitación y la ropa no se quedan impregnados durante horas del olor a comida y en los muebles y paredes no se acumula ninguna capa pringosa. Todo perfecto. Pero: A pesar de su utilidad, la campana extractora clásica tiene algunas desventajas.

Las desventajas de la campana extractora

Desventaja 1: la falta de espacio a la altura de la cabeza

No hay prácticamente ninguna persona que no se haya golpeado alguna vez la cabeza con la campana extractora al estar cocinando. Es lógico, puesto que las campanas se encuentran cerca de la cabeza, sobre la placa de cocción, ya que los vapores de cocción ascienden. En ocasiones un golpe así en la cabeza puede ser realmente doloroso. Por eso, el mercado ha empezado a ofrecer diseños especiales de campanas extractoras. Aunque estos sistemas con la campana inclinada o plana pegada a la pared devuelven el espacio que se le había quitado a la cabeza sobre la placa de cocción, siguen planteando la segunda de las desventajas de las campanas extractoras.

Desventaja 2: menos espacio de almacenaje

Incluso con las soluciones de campana que ahorran espacio, el aparato ocupa el espacio que podría servir para un armario superior. Porque también con campanas extractoras integradas en muebles de cocina, como campanas con pantalla plana, campanas bajo estructura o campanas extractoras empotradas al ras, en el armario superior solo queda un espacio estrecho como especiero. Sobre todo en cocinas más pequeñas, esto se puede convertir en un verdadero quebradero de cabeza para el proyectista y, si él no lo resuelve, más tarde lo será también para el usuario.

Desventaja 3: perturba la estética de las cocinas abiertas

También en cocinas más grandes, la campana extractora plantea a veces algún problema al proyectista. Especialmente cuando se busca una solución abierta con una isla de cocina. Las campanas para islas de cocina que cuelgan del techo son siempre un elemento que estorba en la imagen. Por eso, los amantes del diseño prefieren una campana extractora empotrada en el techo… siempre que haya corriente eléctrica disponible en ese punto sobre la placa de cocción. Pero en edificios antiguos por ejemplo, esto rara vez ocurre. Este tipo de ventiladores de techo tienen además otra desventaja: en el techo quedan alejados de la zona de cocción, por lo que son menos eficaces a la hora de aspirar los vapores de cocción. Estos se dispersan antes por el ambiente.

Desventaja 4: el nivel de ruido de la campana extractora

En muchas cocinas es imposible mantener una conversación normal si la campana extractora está en marcha. Esto queda patente con un par de datos: De promedio, el nivel de ruido de una campana extractora en funcionamiento es de aprox. 63 decibelios. Una conversación entre dos personas tiene lugar normalmente a un volumen de entre 50 y 60 decibelios. Aparte, con la campana extractora, el motor responsable del ruido se encuentra a la altura de la cabeza, tanto si se trata de una campana clásica como de una que deja espacio libre, o sea, justo a la altura a la que se mantiene la conversación en la cocina.

Desventaja 5: la incómoda limpieza

Si la campana extractora cumple regularmente su función en la cocina, de vez en cuando será necesario limpiarla. Aunque pueda desmontar algunas piezas como filtros metálicos para lavarlos en el lavavajillas, las superficies de la campana se tienen que fregar a mano por dentro y por fuera. Una tarea bastante fatigosa. En algunas variantes de campana ni siquiera es posible llegar sin una escalera a todas las superficies donde se acumula suciedad. Las zonas más inaccesibles no solo obligan a contorsionarse para limpiarlas, sino que pueden suponer un riesgo de accidente.

La solución: aspirar los vapores hacia abajo

Ventaja 1: vista libre

Puesto que el extractor está integrado en la placa de cocción, ya no se necesita ninguna molesta campana a la altura de la cabeza.

Ventaja 2: libertad total de proyecto

Tanto si se quiere poner armarios colgantes en todo el perímetro, como cocinar delante de la ventana o un diseño minimalista, el proyectista ya no tiene que preocuparse del extractor de vapores.

Ventaja 3: excelencia en el diseño

Los numerosos premios de diseño que ha ganado BORA lo certifican: la extracción hacia abajo consigue una estética elegante de la cocina totalmente nueva.

Ventaja 4: silencio agradable

Gracias a la tecnología inteligente y el montaje en el zócalo de la cocina, un extractor de superficie es notablemente más silencioso que una campana extractora convencional.

Ventaja 5: limpieza fácil

Ventaja 5: limpieza fácil

Basta desmontar las piezas móviles y meterlas en el lavavajillas: así de simple es la limpieza de un extractor de superficie BORA.

Frente a las campanas extractoras, los extractores hacia abajo llevan claramente la delantera.

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