Vista libre y estética armoniosa

Vivir arriba, dormir abajo

Con casi 10 000 habitantes, el municipio catalán de Alella, en la provincia de Barcelona, no es precisamente enorme, pero su ubicación es impresionante. Las colinas cubiertas de bosques de los alrededores ofrecen vistas al mar, algo de lo que también se benefician los propietarios de esta casa, situada en una colina sobre el pueblo.

La casa se funde a la perfección con el imponente entorno y, al mismo tiempo, resulta muy llamativa. Su forma inusual –consta de dos edificaciones colocadas una encima de la otra– es el resultado de la funcionalidad de las estancias: La planta superior alberga la cocina, la sala de estar y el comedor, así como el acceso a la gran terraza, mientras que la edificación inferior alberga el despacho y el dormitorio.

Susgrandes ventanales aportan mucha luz natural al interior y crean un ambiente acogedor. Para los propietarios era especialmente importante que todas las estancias estuvieran orientadas hacia el mar, ya que querían aprovechar al máximo las hermosas vistas que ofrece el terreno en la ladera. De este modo, el mar y la montaña conforman la imagen que adorna cada estancia gracias a los grandes ventanales.

Un lugar de relajación y armonía

Los diseñadores de cocinas de Artio Studio tenían el cometido de convertir la cocina, junto con la sala de estar y el comedor, en un lugar de refugio relajante donde los propietarios pudieran aislarse del ajetreo de la vida cotidiana. Para ello, optaron por los colores neutros y los materiales naturales.

La madera desempeña un papel importante en el mobiliario, ya que contribuye a crear un ambiente acogedor. Así, por ejemplo, la mesa de comedor redonda, las sillas y los frentes de cocina seleccionados son de madera; por lo demás, el color blanco domina el interior. La encimera, por ejemplo, es de porcelana blanca, que –al ser atemporal y elegante– se integra a la perfección en cualquier cocina.

Para lograr una estética armoniosa, los elementos decorativos se han reducido al mínimo y los electrodomésticos de cocina –en la medida de lo posible– se han montado procurando no perturbar el aspecto de la estancia. Gracias a su diseño minimalista, el sistema BORA Basic se integra a la perfección en la imagen armoniosa de la cocina.

Un minimalismo cálido perfectamente integrado

La iluminación controlada por voz también ha sido cuidadosamente seleccionada para contribuir al confort y al bienestar. Muchos de los objetos utilizados, como, por ejemplo, la lámpara negra semicircular situada sobre la mesa del comedor, se ven reflejados de algún modo: en este caso, en la forma y el color de los taburetes. La continuidad también es evidente en la conexión entre el interior y el exterior: La isla de la cocina se caracteriza por su extensión para poder cocinar al aire libre cuando hace buen tiempo.

En el centro de la estancia se encuentra un sofá hecho a medida que favorece la conexión con el entorno y la comunicación con las personas que se encuentran en la sala, sin importar su ubicación. Esto se debe a que una parte del sofá está orientada hacia el interior de la habitación, mientras que la otra –como no podía ser de otra forma teniendo una vista tan impresionante– ha sido dispuesta en dirección al mar. No existe una mejor manera de disfrutar del paisaje, también gracias a BORA Basic.