Una cocina única con un barril y souvenirs del Mont Blanc

Una cocina única con un barril y souvenirs del Mont Blanc

Como esta cocina, garantizado, no hay otra igual. El maestro ebanista tirolés Walter Mühlegger la proyectó en especial para una pareja: abierta, funcional, con una extravagante mezcla de materiales y algunas piezas de recuerdo muy personales.

 

En un primer momento, los clientes se dirigieron al estudio de ebanistería Mühlegger, en el distrito tirolés de Kufstein, para encargar una mesa de comedor nueva a medida para su terraza acristalada. Durante el asesoramiento se descubrió que la pareja también pensaba reformar el salón y la cocina. Así, el ebanista Walter Mühlegger acabó diseñando también un sofá, un armario para el salón, un pavimento nuevo y, como corazón del nuevo conjunto abierto, una cocina.

Constructor de la cocina: Ebanistería Mühlegger, www.muehlegger.cc

BORA Pure placa de inducción con extractor de superficie integrado

Fotos: Zanella-Kux Fotografie, www.zanella-kux.at

Una pieza única hecha a medida

Para su nueva cocina, los clientes deseaban una encimera amplia y profunda y poder disfrutar de una vista libre. Para ello, el ebanista situó en el centro del espacio una amplia encimera con un fregadero y una placa de cocción, tras la cual es posible observar todo el espacio mientras se cocina. Gracias al sistema de extracción de superficie BORA Pure, que extrae hacia abajo los vapores de cocción de manera efectiva y silenciosa, nada estorba la observación del resto del espacio a la altura de la cabeza. "Además, no olvidemos el diseño de BORA, tan relajado", explica el diseñador. Se integra a la perfección en la nitidez del diseño de la cocina. Los demás electrodomésticos se encuentran en el frente de armarios situado junto a la pared posterior, al igual que una superficie de apoyo elevada enclavada en un nicho. A la zona de cocina y fregadero se le suma una barra adicional con dos taburetes. "La distribución se corresponde con nuestro concepto de una cocina buena y funcional", explica Walter Mühlegger, quien se declara gran apasionado de las artes culinarias y por ello sabe perfectamente cuáles son los aspectos clave al proyectar una cocina.

Una cocina para amantes del vino y escaladores

Junto a la especial mezcla de materiales, compuesta por modernos frentes en negro mate, una encimera clara de granito, madera de roble aceitada y pies de acero en la barra, es el barril, situado en la esquina donde se encuentra la isla, lo siguiente que llama la atención. "El dueño de la casa es un gran amante del vino y cuenta con una vinoteca muy cuidada: eso me llevó a integrar un barril de vino en mi esbozo", explica Walter Mühlegger al hablar sobre cómo surgió el diseño. El barril, efectivamente, se encontraba originariamente en la vinoteca del cliente. Hoy, algo más achatado y estrecho, se ha convertido en el centro de atención del conjunto de esta cocina.

Algo menos llamativa, aunque tanto o más original, se presenta la plancha de madera que preside la barra. En esta madera maciza de roble se incrustaron dos piedras y se fijaron con resina: se trata de rocas procedentes de la cima del Mont Blanc. Esta pareja de apasionados escaladores las trajo consigo de una escapada a la cumbre más alta de los Alpes. Ahora, estos souvenirs se encargan de recordarles cada vez que entran a su cocina, día tras día, esta impresionante vivencia en las alturas.