Salpicaderos coloridos

Salpicaderos coloridos

Al cocer, freír y asar, hay una actividad intensa en la cocina: remover aquí, darle la vuelta a algo allá, probar el guiso, etc. Toda esa manipulación eufórica también deja rastro en la cocina. Una protección antisalpicaduras no sólo facilita la limpieza, también da un toque especial a la cocina.

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Una oferta colorida para cada cocina

Antes, la pared posterior de la cocina solía responder únicamente a una necesidad práctica. Ahora, tenemos a nuestra disposición todos los colores y materiales habidos y por haber para diseñarla. Y debe diseñarse de forma que resulte visualmente atractiva e, idealmente, se adapte al diseño de la cocina. Pero una protección antisalpicaduras también nos permite resaltar detalles estéticos de la cocina. A la hora de elegir el material adecuado, los aspectos más importantes serían la durabilidad y la resistencia, además de asegurarnos de que ofrezca una limpieza fácil.

Las tendencias actuales apuestan por las paredes posteriores en de azulejos con patrones geométricos (por ejemplo, de espiga). Otra opción muy popular serían los azulejos de estilo "subway", o metro, con décadas de tradición en la decoración de diferentes estilos. Por su compromiso con la sostenibilidad, las paredes de materiales reciclados, como vidrio o plástico, también están muy de moda.

Ventajas y desventajas de los materiales más populares

Los diferentes materiales disponibles para las paredes antisalpicaduras ofrecen diferentes ventajas y desventajas. Mientras que los azulejos clásicos, por ejemplo, son una opción muy resistente, la limpieza de las juntas suele resultar laboriosa. También pueden personalizarse e, incluso, importarse desde nuestro lugar de vacaciones. Así, son la elección ideal si buscamos una aplicación individual a la vez que aportamos un toque personal al diseño de nuestra cocina.

Un protector antisalpicaduras de aluminio, acero inoxidable o acero negro a menudo es resistente al calor y de fácil cuidado. Además, estos materiales repelen como ninguno la humedad y resultan muy higiénicos gracias a su limpieza extremadamente fácil. Sin embargo, las manchas de salpicaduras de agua y huellas dactilares serán inevitables.

Otra posibilidad es el empleo de vidrio o plexiglás, que ofrece gran variedad de diseños y colores. Aunque es menos resistente al calor que otros materiales, el plexiglás facilita considerablemente la limpieza de su cocina y es, además, más económico. No obstante, debe tener en cuenta que el vidrio es sensible a arañazos e incluso puede romperse si se somete a cargas pesadas.

¿Renunciar a la estética en pisos de alquiler? ¡Para nada!

Cuando no tenemos la posibilidad de diseñarnos la cocina de nuestros sueños, con estos sencillos trucos también podremos modificar la pared posterior de la cocina a nuestro gusto:

  • La variante más simple es ocultar la pared trasera mediante artículos decorativos y tablas de cortar con una estética agradable.
  • Las baldosas antiguas se pueden pintar sin mucho esfuerzo con pintura al látex o esmalte. Hoy día también contamos con una enorme variedad de láminas adhesivas especiales con diferentes impresiones.
  • Un tablero de contrachapado o MDF pintado con pintura de pizarra una vez montado también nos puede ayudar a cubrir esos azulejos que no nos terminan de gustar, pudiéndose, incluso, desmontar la construcción cuando nos mudemos a otra casa.

Sobrio o colorido, moderno o retro, con o sin motivo decorativo: un salpicadero que combine en la cocina siempre es un elemento favorecedor. ¿Nuestra opinión? La cocina debería girar en torno al disfrute, y no en torno a lo que toca limpiar después. Como no podía ser de otra forma, nuestros sistemas de extracción de superficie BORA dan respuesta a esa clara necesidad de limpieza fácil, al aspirar directamente las partículas de grasa que se generan al cocinar, sin que lleguen a depositarse en los muebles de la cocina.