
BORA - hansgrohe Top5: Wie entspannt die Band of Brothers?
Julio 2022
Dos de los tres grand tours, cuatro de cinco monumentos. Con el final del Tour de Francia termina la mayoría de los eventos anuales del calendario internacional del ciclismo, y los miembros del BORA – hansgrohe notan en su cuerpo cada kilómetro recorrido. Pero todavía queda mucho que ganar. La Vuelta, una emocionante clásica de otoño de gran tradición, o las carreras nacionales Vuelta a Alemania y Cyclassics. ¿Pero cómo descansan los ciclistas después de tanto estrés? ¿Cómo desconectan y qué hacen para pensar en otras cosas?
Aquí está el top 5 de la Band of Brothers:
Créditos fotografia:
BORA / Phil Pham
BORA – hansgrohe / Ralph Scherzer
BORA – hansgrohe / veloimages.com
Giovanni Aleotti
Cesare Benedetti
Puesto n.º 5: Paseos
Aire fresco y silencio; idealmente junto al lago (Marco Haller) o junto al mar (Matteo Fabbro). Aparte, tiempo para uno mismo o con el perro, como en el caso de Aleksandr Vlasov y Giovanni Aleotti: un buen paseo para escapar de la rutina.
Puesto n.º 4: Comida
Soul food para Ryan Mullen en su propia cocina o Danny van Poppel en un restaurante con su novia: la buena comida hace bien tanto al cuerpo como a la mente.
Puesto n.º 3: Música
Darle al play y salir de la monotonía: tan fácil como eso. A Matteo Fabbro le gusta escuchar Queen o música italiana; Jai Hindley prefiere el hip-hop clásico. El efecto positivo de la música es indiscutible.
Puesto n.º 2: Sofá y televisión
Lennard Kämna es más de películas, mientras que Matthew Walls se decanta por las series de Netflix. Tumbados frente al televisor, es fácil desconectar y olvidarse del mundo. Ide Schelling y Giovanni Aleotti añaden también la videoconsola a la ecuación.
Puesto n.º 1: Amigos y familia
Los amigos y la familia son sin duda la elección número uno para distraerse para la Band of Brothers. Martin Laas y Patrick Konrad, con sus parejas e hijos; Patrick Gamper, con sus hermanos y sus padres; Cian Uijtdebroeks y Jordi Meeus, con sus mejores amigos. Quality time a tope y bajada de decibelios del ciclismo: ¡pilas cargadas!