Sopas frías: una idea perfecta para los días calurosos

Sopas frías: una idea perfecta para los días calurosos

Cuando suben los termómetros, a muchas personas les gusta disfrutar de comidas refrescantes de verano, como frutas, helados o ensaladas. Pero también las sopas frías pueden ayudarnos a regular la temperatura. ¿De dónde viene este tipo especial de sopa, por qué las sopas frías son saludables y qué variedades hay aparte del gazpacho?

Gazpacho y mucho más: variedades de sopas frías

En otoño e invierno apetecen sustanciosas y calientes; en primavera y verano mejor ligeras y refrescantes. Esta es para muchas personas una regla básica en su alimentación. Pero al pronunciar la palabra ‘sopa’, la mayoría de las personas se imagina automáticamente ollas y calderos humeantes. Sin embargo, también es una comida ideal para los días calurosos.

Está el clásicogazpacho andaluz, que, por su sencillez y el bajo coste de sus ingredientes, antiguamente era considerado «comida de pobres». La popular sopa, conocida hoy en día en todo el mundo, se hace con hortalizas crudas, como tomates y pimientos, y pan blanco remojado, todo triturado. Otras sopas frías: la variante andaluza del gazpacho, el salmorejo, la sopa lituana de remolacha llamada «saltibarsciai»o la «chrianteli», una sopa de cereza típica de Georgia.

La tradicional sopa rusa «okroschka» a base de nata agria, huevo, rábano, patata, embutido y pepino, también se toma fría. Este plato nacional se sirve acompañado de mostaza, perejil, cebollino, eneldo y vinagre. Y si se desea una versión vegetariana, se puede preparar con un sustituto del embutido.

Razones para «disfriotar» de una sopa fría

Las sopas frías son sabrosas, refrescantes, muy ligeras y bajas en calorías. Además, se hacen muy fácilmente: puede prepararlas y dejarlas enfriar o triturar las verduras crudas. Sobre todo, cuando no se cocinan, son muy saludables porque contienen muchos nutrientes (especialmente, gracias a la verdura) que suelen perderse cuando se cuecen los ingredientes.

Por tanto, cuando consume sopas frías, aporta a su cuerpo vitaminas, minerales y líquido al mismo tiempo. Añadiéndoles caldo, las sopas frías también son ideales después de hacer deporte. Así el organismo recupera la sal que se ha eliminado por el sudor. Y puede guardarlas en el frigorífico (también durante la noche) o congelarlas para tener siempre a mano una sopa preparada cuando el hambre apremia o no apetece cocinar.

Nuestros consejos: Tomarlas para refrescarse

Antes de la llegada del calor, le ofrecemos algunos consejos del arte de las sopas frías. Un estupendo ingrediente básico para las sopas frías es el pepino porque su alto contenido en agua lo hace ideal para cualquier comida refrescante. Nuestra recomendación: sopa fría cremosa de pepino y aguacate.

Otras ideas de combinaciones creativas:

  • Sopa de albaricoque y tomate con burrata
  • Sopa de calabacín y yogur con salmón
  • Sopa de coliflor con piñones
  • Sopa de berenjenas y feta con albahaca
  • Gazpacho con menta y limón
  • Sopa de suero de leche con verduras

Hay cantidad de opciones para «inventar» una sopa fría. Sea creativo y atrévase a combinar verduras y frutas. Primero prepare la sopa; déjela enfriar y sírvala luego como variante helada, tritúrela o añádale ingredientes cortados en dados. Y no crea que las sopas (frías) han de ser saladas. Con puré de bayas, sandía, kéfir o sirope de arce también puede preparar sopas frías dulces ideales como postre.