Reinterpretación de la cocina de los años treinta

El ático no estaba en buenas condiciones cuando la joven pareja lo visitó por primera vez. Sin embargo, inmediatamente reconocieron el potencial que ofrecía este edificio de los años treinta, a solo unos kilómetros de distancia del lago de Como. Sus techos altos, elegantes molduras decorativas en las paredes, el parqué antiguo de espina de pez y unas impresionantes vistas de 360 grados a las montañas y el skyline de Milán a lo lejos eran argumentos de peso. Así pues, compraron la vivienda de 208 metros cuadrados y emprendieron su rehabilitación. Su profesión les ayudó: ambos se dedican al diseño, lo que les da buen ojo para el estilo y los materiales apropiados.

Crear cosas nuevas preservando lo antiguo

Un requisito básico para ellos era conservar en la obra la estructura original del edificio. Fueron cautelosos con la modernización, sin tapar las peculiaridades del muro antiguo. El centro de la vivienda es un espacio de unos 35 metros cuadrados de planta octogonal, techos elevados y paredes estucadas. A los propietarios les encanta cocinar e invitar a amigos a comer. Como no podía ser de otra manera, situaron la cocina con zona de comedor en este espacio central de la vivienda. Igualmente importante era el diseño de la cocina, que dejaron en manos de Marco Turati y su estudio Turati Cucine de Meda.

Moderna con reminiscencias de tiempos pasados

«La idea para el diseño de la cocina surgió con la intención de modernizar la vivienda sin desvirtuar el contexto de la casa», explica Marco Turati. Así pues, combinó líneas modernas y minimalistas con materiales nobles y superficies que recuerdan al estilo del año de construcción del edificio. «Esta mezcla proporciona encanto y elegancia en la cocina y crea una atmósfera cálida y refinada», afirma.

Como es habitual en el estilo de mitad de siglo, impulsado en la década de los años treinta, la cocina habla un lenguaje de formas reducido pero al mismo tiempo muy sensual. Una encimera de cerámica con un vivo veteado que crea un efecto mármol descansa sobre la isla, de superficie lacada, cuyo brillo metálico-cobrizo se repite en los taburetes altos. Por su parte, el acabado de mármol verde encuentra su réplica en el módulo de la pared. Como un passepartout, los frontales oscuros de nogal del mueble de cocina enmarcan el nicho con revestimiento de mármol cerámico.

Tecnología con diseño elegante

En la elegante combinación de materiales se esconde además una tecnología vanguardista de cocina. Por ejemplo, en la isla de cocina se encuentra una placa de cocción BORA X Pure con un extractor de superficie hacia abajo potente y silencioso. El sistema de placa de cocción se integra en la encimera sin fisuras, dando la impresión de prácticamente desaparecer en ella. Marco Turati explica la decisión a favor de BORA: «No queríamos una campana extractora colgando del techo, que habría ocultado el revestimiento de mármol de la cocina y el módulo de la pared. Pero queríamos diseñar una cocina totalmente abierta, es decir, sin obstáculos estructurales ni ópticos.» Puesto que a los habitantes les gusta cocinar con sus invitados, el diseñador orientó la placa de cocción hacia los taburetes y la gran mesa de comedor de delante de la isla. En resumen: «De esta forma, el espacio completo conserva un carácter social en el que todos pueden intervenir en la conversación.»