Estrategia de filtrado en la cocina: Carbón activo para una experiencia culinaria fresca

Estrategia de filtrado en la cocina: Carbón activo para una experiencia culinaria fresca

La calidad del aire al cocinar es crucial para crear una cocina como espacio vital. Le explicamos por qué es tan importante que el aire de la cocina sea de buena calidad y cómo el carbón activo ayuda a reducir los olores y los vapores.  

Las cocinas abiertas con una distribución amplia del espacio e islas de cocción están de moda. Los sistemas de recirculación, que filtran el aire durante la cocción y lo devuelven a la habitación, se imponen cada vez con más frecuencia a los sistemas de extracción al exterior. En los sistemas de extracción, el aire se expulsa al exterior a través de conductos. Sin embargo, esto puede provocar pérdidas de calor, sobre todo en invierno, lo que afecta a la eficiencia energética. En este contexto, las innovadoras tecnologías de filtrado desempeñan un papel clave.  

La forma de cocinar puede influir considerablemente en la calidad del aire. Investigaciones científicas de eventos culinarios han revelado que se liberan hasta 75 partículas de olor diferentes, con distintas concentraciones e intensidades. Si bien es posible que en una cocina doméstica normal se liberen menos olores en función del plato, no se puede negar que cocinar tiene un impacto significativo en la calidad del aire.  

Para contrarrestar este impacto, muchas cocinas disponen de un sistema de extracción que elimina eficazmente los olores y vapores hacia el exterior. Sin embargo, el aire caliente de la habitación se conduce directamente hacia el exterior y se necesita una entrada de aire fresco. Otra posible opción sería un sistema de recirculación, más eficiente en términos energéticos y fácil de integrar. Todo lo que se necesita es un filtro de grasa altamente eficaz y un filtro de carbón activo. 

Sistemas de recirculación a la moda 

Las tendencias modernas en el diseño de interiores no solo se centran en las cocinas abiertas, las islas de cocina estéticas y la distribución amplia del espacio, sino que también otorgan cada vez más importancia al ahorro de energía a la hora de diseñar el hogar. Por este motivo, los sistemas de recirculación en el extractor son cada vez más frecuentes. En comparación con los sistemas de extracción, evitan la pérdida de calor al entorno exterior, sobre todo en invierno.  

Por otra parte, una filtración eficaz es un factor importante para la calidad de vida en la cocina. Cuando los olores de cocción no son contenidos por puertas, pueden impregnarse en muebles, alfombras, cortinas o ropa. 

Por esta razón, los potentes sistemas de extracción de superficie con recirculación constan de dos fases de filtrado para garantizar la mejor calidad de aire posible: el filtro de grasa filtra eficazmente las partículas de grasa de los vapores de cocción y el filtro de carbón activo elimina del aire todo tipo de olores en la segunda fase. Los filtros de carbón activo de alto rendimiento de BORA están equipados con diferentes materiales para retener eficazmente hasta los olores más persistentes, como los del pescado y los asados. ​ 

CONSEJO: para garantizar un rendimiento óptimo, deben utilizarse únicamente filtros de carbón activo de BORA. Los filtros deben sustituirse con regularidad. La necesidad de cambiar el filtro se indica con una «F» en la placa de cocción BORA. 

 

Aire limpio con carbón activo  

El filtro de carbón activo suele estar formado por varias capas. Además de la separación de partículas, la separación de olores desempeña un papel fundamental. De este modo, el corazón del filtro de carbón activo es precisamente el carbón activo. La mayor parte de los poros del carbón activo tienen un diámetro muy pequeño, por lo que se denominan microporos.  

Estos microporos confieren al carbón activo su elevada superficie interior. Un microporo es al menos 35 000 veces más fino que un cabello humano. Para aumentar aún más la eficacia del carbón activo en la filtración de moléculas de olor, puede tratarse con diversas sustancias. Por ejemplo, para mejorar la separación de los olores del pescado, se puede impregnar con ácidos.  

El carbón activo modificado de esta manera suele utilizarse en los filtros de carbón activo de BORA. En la Estación Espacial Internacional (ISS) también se utiliza carbón activo impregnado con ácido para purificar el aire, aunque en cantidades mayores, en concreto 22 kg.  

El filtro de carbón activo de BORA combina la sorción física –donde la molécula de olor se une físicamente a la superficie del carbón activo– con la sorción química, que convierte y elimina la molécula de olor. Estos mecanismos son esenciales para eliminar eficazmente el conjunto de olores de la cocina. 

Conservación 

En algún momento, incluso el mejor carbón activo se agota y ya no puede absorber por completo los olores. La vida útil del filtro de carbón activo de BORA es de 150 h (PUAKF, BAKFS), 300 h (ULBF), 400 h (ULB3) y 600 h (ULB3X). Por supuesto, la saturación del filtro de carbón activo también depende de los hábitos en la cocina. Si se embala en una lámina protectora, un filtro de carbón activo puede almacenarse perfectamente durante dos años.