De temporada: la ciruela

De temporada: la ciruela

A finales de verano llega la temporada de ciruelas. La receta con ciruelas posiblemente más conocida Alemania recibe el nombre de "Zwetschgen Datschi", un tipo de tarta de ciruela damascena en la que las ciruelas se presentan cortadas a la mitad y bien apretadas sobre una masa bastante fina. De ahí el nombre de la tarta, "Datschi", que en bávaro viene a significar "apretar algo". Esta tarta de ciruelas tan popular tiene su origen en Augsburgo.

Créditos fotografía:

Anya Rüngeler

Hablando de este tema, rápido surge una pregunta: ¿Qué diferencia hay entre una ciruela "normal" y una ciruela damascena? La ciruela damascena tiene una forma más alargada y es algo más pequeña que sus hermanas mayores, las ciruelas redondas. Esta variedad se encuentra en un color morado intenso y también amarillo, casi dorado. Además, las ciruelas damascenas, más pequeñas, tienen una pulpa más consistentes y un sabor agridulce. Las ciruelas, por el contrario, tienen una consistencia más blanda y un sabor muy dulce siempre y cuando estén maduras. Ambas variedades son ricas en vitamina C y cuentan con propiedades digestivas.

Al igual que muchas otras frutas, las ciruelas no solo se emplean en tartas y compota, sino que se pueden combinar de las más variadas formas con otros ingredientes, tanto dulces como salados. Una posibilidad es incluir ciruelas en una colorida ensalada de otoño: la fantasía no tiene límites. Otra rica variante es caramelizar ligeramente las ciruelas en un poco de aceite y sirope de arce e incorporar a una ensalada de espinaca bien fresca. Podemos enriquecer la ensalada con algo de proteína en forma de dados crujientes de tofu, al natural o ahumado, pasándolo brevemente por la sartén. Si se desea que los dados de tofu queden especialmente crujientes, se recomienda pasarlos, una vez secados, por un poco de maicena o almidón. Servimos junto a una patata pequeña cocida como extra de energía y unos cortes de calabaza asados al horno, condimentados con guindilla, para dar un toque de color. Con una vinagreta ligera y un puñado de nueces tostadas ponemos la guinda del pastel a esta ensalada otoñal. 

Las ciruelas también son muy populares en forma de compota, acompañando el también popular kaiserschmarrn o, simplemente, en mermelada. Pero también resultan deliciosas en un chutney bien sabroso, con el que podemos llevar una simple tabla de quesos a otro nivel: una crema potente que también combina a la perfección con una rebanada bien crujiente de pan con pescado ahumado y rodajas de pepino.

Otra creación, que seguro que muchos recordarán de su infancia, y que muchas abuelas habrán hecho con cariño para sus nietos, es la pasta con ciruelas caramelizadas y migas crujientes. Se mezcla la pasta ya lista con una a dos cucharadas de ricotta, o se pone a cocer, alternativamente, en leche. Las ciruelas se calientan solo un poco, con sirope de arce y canela, para que mantengan la forma. El pan rallado se tuesta en mantequilla y canela hasta que esté bien dorado. Todo ello se fusiona en un plato dulce de pasta con gran poder adictivo.

Ingredientes para 2-3 porciones:

  • 250 g de fusilli 
  • 8-10 ciruelas damascenas 
  • Aprox. 8 cdas. de pan rallado
  • 1 cda. de mantequilla
  • 1 cdta. de canela
  • 2 cdas. de azúcar moreno
  • 1-2 cdas. de ricotta
  • Un poco de aceite de oliva y sirope de arce

Preparación:

  1. Cocer al dente 250 g de fusilli, reservando un poco del agua de cocción antes de escurrir
  2. Mientras se cuece la pasta, lavar y cortar a la mitad 8-10 ciruelas damascenas y caramelizar en una sartén junto a 3-4 cucharadas de aceite de oliva y otras tantas de sirope de arce
  3. Tostar 8 cdas. de pan rallado con una cucharada de mantequilla, una cucharadita de canela y otra de azúcar moreno
  4. En la sartén, mezclar la pasta ya escurrida con 2-3 cucharadas del agua de cocción, una cucharada colmada de ricotta y una cucharada de azúcar moreno, pudiendo agregar también en este momento 1-2 cucharadas de pan rallado, si se desea
  5. Servir con las ciruelas damascenas y el pan rallado