
Detrás de la puerta de entrada, un pequeño vestíbulo lleva a una galería de techo plano que, gracias a las amplias cristaleras, es inundada de luz natural. Y en medio, el corazón de la casa: una cocina que casi no se reconoce como tal. «Impresionante», opina Suchin Pindoria, del estudio de interiorismo londinense Such Designs, encargado del proyecto de la cocina y los baños en el marco de la reforma integral del edificio.