¡CHAPÓ, Peggy!

¡CHAPÓ, Peggy!

MÚSICA, DISEÑO, ÉXITO: VISITAMOS A PEGGY GOU, LA DJ DE MODA, CONOCIDA EN TODO EL MUNDO.

 

Luce el sol en Berlín-Mitte cuando una capa plateada brillante con una caperuza enorme atraviesa volando la puerta de entrada. Como aterrizando desde otro planeta, con ese estilo galáctico y gafas de sol sobre una nariz que apenas se adivina, llega Peggy Gou a su entrevista. Se presenta en perfecto inglés: «Hi, I am Peggy.» Esto es lo que se dice entrar en escena. Y ella lo hace perfectamente. Los titulares en la prensa internacional se multiplican: «Una de los DJ de mayor éxito del planeta», según la revista «ZEIT», «La nueva estrella entre los DJ procedente de Corea del Sur» titula el periódico «Der Standard». Y las redes sociales de todo el mundo la celebran y admiran. Peggy Gou, de Seúl, es una estrella fulgurante.

 

Su canción «It Makes You Forget» fue elegida como canción del año 2018 en los Independent Music Awards, consagrándola como megaestrella internacional de la escena hípster. Solo esta canción insignia ha superado ya los nueve millones de clics en Spotify y los seis millones en YouTube. En «divisa Instagram» tiene un millón de seguidores en todo el mundo. Y la BBC ya la ha incluido en la lista de las «30 canciones que han marcado los últimos 30 años». Sea lo que sea que esté haciendo ahora será todo un éxito.
Es música, productora, embajadora de una marca…
Y ahora además tiene su propia marca de ropa. La influencer también es elogiada como icono por su estilo. Para nuestra entrevista en Berlín, su séquito manda enfriar montones de smoothies. No solo son su bebida favorita, sino también el combustible para poder seguir este ritmo de vida moviéndose por todo el mundo. La polifacética estrella se toma un chupito rápido de jengibre y comenzamos. Sí, claro que podemos hacerle una foto con su nuevo BORA Pure.

 

A ella le divierte. Definiéndola en pocas palabras: diligencia, precisión, impaciencia, mente despierta. «Tengo una cabeza rápida», resume ella con concisión. Y añade: «BORA es, por cierto, un nombre coreano.»
Delante de la cámara, Peggy Gou se mueve con la soltura de una diva; se desenvuelve con naturalidad y con una sorprendente voz grave por el set para la sesión fotográfica de BORA. ¿Maquillaje? Ella misma lo hace. ¿Peinado? ¿Alguien que le deje una goma para el pelo? Durante la entrevista irradia una mezcla vibrante de elegancia cosmopolita y energía asiática a toda máquina. Y siempre con amabilidad y buena educación. Todo ello la diferencia de otros DJ que pinchan en el Berghain o el Coachella. ¿Es ese su atractivo especial?
Lo que está claro es que domina el arte de la puesta en escena. Su escenario es la música. Cuando mezcla su propia voz en las canciones, lo hace en coreano. «Lo intenté en distintos idiomas: inglés, francés, italiano, porque no sé exactamente cómo suena el mío para otras personas. Pero no quedaba bien. Así que decidí quedarme con mi lengua materna. Soy coreana.» La diferencia parece ser más bien un impulsor para su carrera. «Si me preguntas qué es la música para mí, sería igual que si me preguntaras qué es el amor para mí. No es racional.» Peggy va con pasión por la vida… y por la noche.

 

¿Qué se siente cuando se tiene tanto éxito con tan solo 29 años? Peggy es rápida; su respuesta sale de inmediato: «Mis padres me mandaron a Inglaterra desde Corea porque sacaba malas notas en el colegio. Después estudié moda en Londres y, un día, pinché por primera vez. Mi pasión es la música.

 

Es un sentimiento.» Y tal y como lo expresa, con esa seguridad, no cabe ninguna duda. La música tenía que darle el éxito. Pero ella rebate esto sin equívocos: «Todavía me queda mucho hasta alcanzar lo que quiero. Soy ambiciosa y no he hecho ni siquiera la mitad de lo que me he propuesto. Así que yo no diría que he conseguido el éxito, sino que más bien voy por el buen camino.» Sutileza asiática. Su receta: «No hagas lo que no amas. ¡Crea cosas que te sorprendan a ti!»

 

La cosmopolita ha elegido Berlín como patria adoptiva. En el distrito Berlín-Mitte se ha amueblado un apartamento con BORA Pure en la cocina: «Tengo pasión por las cosas inusuales.» Y ojo para el diseño y la individualidad, como vemos claramente. Aunque no pasa mucho tiempo en el fogón, tal y como ella misma reconoce sin rodeos: «Me gusta el servicio a domicilio. Pero querría empezar a cocinar. Me encanta BORA: ¡su diseño! Y la alta calidad. En Corea no se ve tanto la madera en la cocina. A cambio sí es más colorida.» Lo primero que se sirve en la mesa es coreano: Rice Cake, por supuesto, picante. Además la cocina es un lugar para socializar: «Estoy deseando cocinar aquí con mucha gente.» Esto no significa que infravalore una buena alimentación. Al revés: «Eres lo que comes.» En su caso, mitad europeo y mitad asiático..

 

« BORA ES, POR CIERTO, UN NOMBRE COREANO. » - Peggy Gou

 

Alguien ha escrito sobre ella que parece una chica mala. No es verdad. Es —como ella misma e define— muy abierta, pero también bastante conservadora. Dos mundos en una persona. Para ella es importante una virtud que le atribuye sin dudar a Corea: el respeto. Con diecisiete años escogió esta palabra para hacerse su segundo tatuaje en letras grandes en la mano. Al preguntarle qué es lo que la motiva, vuelve a sorprendernos con su respuesta: «No solo quiero inspirar; también quiero dar ejemplo. Constantemente reflexiono sobre cómo puedo ser mejor.» Además hace falta valor para ser diferente: «Es importante no hacer lo que todo el mundo hace.» Y cómo descansa alguien llevando esta vida? ¿Tendrá ella un «botón de reset»? «Me encanta Bali. Me gusta ir allí al final del año para hacer un retiro zen: las personas creativas necesitan poder aburrirse de vez en cuando. En lo único que tengo que pensar cuando estoy allí es en el servicio de habitaciones y Netflix.»

 

Ni dos horas más tarde y, con absoluta profesionalidad, la sesión de fotos ha terminado y queda tachada de su apretada agenda. No hay quien la pare. Ya está de nuevo volando en su relumbrante atuendo plateado por las avenidas de la capital. Su siguiente parada hoy: el gimnasio de boxeo. Y por la noche a pinchar por clubes quién sabe en qué rincón del mundo. Por cierto, su verdadero nombre es otro. Pero de momento eso sigue siendo un secreto.

 

Texto: KLAUDIA MEINERT

Fotos: ANNA ROSE