Sabores ligeros y coloridos, regionales y saludables

¡Por fin llegó la primavera! Y qué felicidad la nuestra cuando cada año nos sorprende con el color y la frescura de su sabor. Después de lo que parecen meses de monotonía, patatas, coles y manzanas, el mercado culinario de la fruta y la verdura explota como a golpe de batuta.

Y es que, aunque hoy es posible llenar nuestros platos con todo tipo de alimentos en cualquier momento del año, cada vez son más quienes prefieren elegir producto regional y de temporada a la hora de hacer la compra. De ahí la importancia de aprovechar el comienzo de la primavera, cuando la paleta de fruta y verdura más colorida se torna, para cargar nuestro plato de colores. Y es que cuanto más color aportemos, más variedad y más salud nos brindará nuestra alimentación, al deberse tal opulencia de colores a ciertos nutrientes vegetales secundarios como pueden ser los carotenoides, los flavonoides o los ácidos fenólicos. Los estudios han demostrado que muchos de estos compuestos ayudan al cuerpo en funciones como pueden ser, por ejemplo, la defensa ante enfermedades cancerígenas o cardiovasculares.* Es algo que también apoya el conocido epidemiólogo genético Tim Spector, quien descubrió que una alimentación lo más amplia posible basada en vegetales refuerza nuestra salud intestinal y, con ello, nuestro bienestar en general. Óptimo sería el consumo de 20 a 30 alimentos vegetales diferentes a la semana, entre los que se incluirían, por ejemplo, especias y frutos secos. Es decir, algo fácil de conseguir.

Así que busquemos platos rápidos que nos gusten y que sean, a su vez, saludables. Una opción ideal en cualquier momento sería una ensalada bien colorida, con el mayor número posible de ingredientes y un aceite de calidad como simple aderezo: un buen aceite de oliva o, como alternativa, un buen aceite de nuez. El aceite, por otro lado, no solo enriquece el sabor del plato, sino que también ejerce una función de vehículo para el sabor y las vitaminas del resto de ingredientes, desempeñando así un papel decisivo tanto a la hora de disfrutar de la alimentación con placer como a la hora de cuidar de nuestra salud.

Asimismo, podemos acompañar nuestra ensalada variada de un pedazo de pan integral bien crujiente. Al contrario de lo que sucede con aquellos platos en los que predomina la harina refinada y el azúcar industrial (por ejemplo, el pan blanco, la pasta o la pizza, o la bollería), la energía que consumimos a través de esta forma de alimentación, los azúcares, pasan así lentamente y de manera constante a la sangre. Por ello, en las horas posteriores a la comida disfrutaremos de más energía y, lo más importante, no se producirá un bajón en nuestro rendimiento, como ocurre cuando consumimos harinas refinadas o azúcar industrial, cuando al producirse un pico en la absorción de esa energía, el cuerpo necesita compensar y recargar poco tiempo más tarde.

Son, en fin, muchos motivos para cuidarnos con deliciosas ensaladas y acompañarlas gustosamente de un buen pedazo de crujiente pan integral. Le invitamos a disfrutar de esta maravillosa ensalada de verano, una verdadera explosión para el paladar gracias a su rica mezcla de sabores y, por supuesto, a sus ingredientes tan típicos de comienzos de la temporada.