Salir de la rutina: los profesionales también practican ciclismo de aventura

Salir de la rutina: los profesionales también practican ciclismo de aventura

Julio 2022

Chaparrones épicos o tiempo propio de una estampa, alta montaña o la polvareda del desierto, siguiendo un plan o improvisando, con amigos o uno solo consigo mismo… Las aventuras en bicicleta pueden tomar diversas formas. Y no solo a los ciclistas aficionados les gusta escapar de la rutina; también los profesionales del BORA – hansgrohe podrían contar muchas aventuras vividas con la bici.

Créditos fotografía:

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BORA – hansgrohe / veloimages.com

BORA – hansgrohe / Sprintcycling

El bikepacking se está convirtiendo en un clásico del turismo de aventura y goza de gran popularidad en todos los niveles de aptitud. Todo lo necesario lo lleva uno en su propia bicicleta mientras va del punto A al punto B. Ya sea con amigos en una ruta agradable a lo largo de un río, o solo por la montaña, hay alternativas para todos los gustos. Esta última es la opción improvisada que tomó Patrick Gamper en 2020 durante el parón debido a la pandemia. Al tener su residencia fijada en los Alpes, pasó cinco días recorriendo los Dolomitas. Hizo noche siempre en puertos de montaña, nunca en el valle. Cuando lo más importante de la jornada es encontrar agua y alimento, de repente el resto de problemas son relativos. Casi al mismo tiempo, Felix Großschartner se entrenó recorriendo 280 km, simplemente por diversión y contra la lógica de cualquier plan de entrenamiento. Desconectar, conocer gente, disfrutar de la naturaleza… Estos son los aspectos de las vueltas largas que estimulan a Felix. A Marco Haller también le gusta evadirse montado en la MTB para conquistar la montaña de su Carintia natal y disfrutar de las vistas desde la cruz de la cumbre.

A menudo sucede lo inesperado

Una regla del ciclismo de aventura: no siempre se puede prever todo. Un error al planificar la ruta, una avería o una carretera cortada significarán más horas sobre el sillín, que te pueden hacer perder los nervios en un entrenamiento supuestamente relajado. Todos los profesionales tienen anécdotas para contar al respecto, como es el caso del irlandés Sam Bennett. Un día de entrenamiento en Tenerife, cuando el sol se puso, tuvo que usar la linterna de su móvil, llamar a un taxi y pedir ayuda a su mujer para poder pagarlo en el hotel. Bienaventurados los que circulan por caminos asfaltados. Lukas Pöstlberger y Patrick Konrad se perdieron una vez cerca de Valencia y tuvieron que hacer dos ascensos de más porque la carretera se cortó de repente. El trayecto en bici derivó en una caminata con zapatillas de ciclismo, pero ambos, compañeros de equipo desde hace años, se ríen hoy de la experiencia. Emanuel Buchmann tiene una historia similar, de aquella vez que, en un entrenamiento en altitud, se vio obligado a caminar 5 km sobre grava en la montaña y el vehículo de apoyo a duras penas se pudo mover del sitio. Pero situaciones así se superan muy bien como equipo y se convierten en historias memorables que gusta recordar para divertimento de todos.

Permitido soñar

Mientras que muchos ciclistas aficionados sueñan con carreras populares especiales, los objetivos anhelados de los profesionales dejan más libertad para el trazado de la ruta. Para cuando acabe su trayectoria profesional y el plan de entrenamiento ya no dicte cómo han de ser sus salidas en bicicleta, los chicos de la Band of Brothers tienen sus propios proyectos individuales. A Nils Politt le gustaría recorrer Alemania haciendo bikepacking. Max Schachmann, en cambio, prefiere el extranjero para conocer otros países y otras gentes, lejos del turismo de masas. Lo mismo le gustaría hacer a Frederik Wandahl, preferiblemente fuera de Europa, para descubrir África, Asia o EE. UU. Muchos se iniciaron en el ciclismo de aventura incluso antes de su carrera profesional. Por ejemplo, en tercero de primaria, Luis Lührs hizo en bicicleta con su madre y su hermano mayor Leslie —quien, por cierto, compite en el equipo Lotto-Kernhaus— Múnich-Tirol del Sur en tres días. Matthew Walls atravesó Inglaterra de costa a costa con su padre. Y Jonas Koch recorrió un invierno la Selva Negra en MTB con un amigo. Las rutas nocturnas planificadas a conciencia fueron el toque estimulante de esta aventura. Por su parte, el neerlandés Wilco Kelderman ya iba de niño con su familia a Austria para hacer bikepacking, aunque por aquel entonces no entendía muy bien la pasión por el ciclismo, sino que más bien le aburría. ¡Por suerte para el BORA – hansgrohe esto ha cambiado!