Una cocina única inspirada en la Praga histórica

Una cocina única inspirada en la Praga histórica

Una cocina acorde al estilo de la Praga histórica y que, sin embargo, resulte abierta, acogedora y moderna: con esta pretensión se pusieron manos a la obra los diseñadores de esta cocina única en una villa urbana de Praga. Con éxito: Las formas orgánicas, los materiales nobles y los detalles de oro hábilmente colocados nos catapultan a la época modernista. Al mismo tiempo, los materiales, como los frentes de cristal o la piedra artificial de aspecto real, combinados con la cocina de alta tecnología de BORA, aportan un toque de modernidad.

Diseño de la cocina: HVT interiery, www.hvt.cz

Placa de inducción BORA Pure con extractor de superficie integrado

Fotos: HVT

Calidez, apertura y un toque de modernidad

La “ciudad dorada”, como se conoce a Praga por el brillo de sus torres doradas al sol vespertino, cuenta con numerosos edificios modernistas. Y es que, a principios del siglo XX, calles enteras fueron demolidas y posteriormente reconstruidas en el estilo, por aquel entonces ultramoderno, conocido en checo como “secese”. También la villa en la que se encuentra el piso que alberga esta cocina es uno de esos edificios históricos del centro histórico de la capital checa.

Una vez que estuvo claro su traslado a esta residencia tan especial, los nuevos residentes comenzaron a jugar con la idea de amueblar su futuro hogar acercándose en lo visual y en lo estético a la antigua Praga. Así, esta familia de tres con un perro pequeño decidió remodelar las habitaciones de forma que se sintieran cómodas, modernas y lujosas, pero sin romper con la arquitectura histórica.

El diseño de la cocina lo dejaron en manos del estudio de cocina HVT, una empresa familiar local que diseña y ejecuta cocinas de lujo y decoración de interiores. “Nuestro cliente tenía una idea aproximada, que se podría describir como un estilo acogedor, cálido, abierto y con un toque de modernidad”, nos cuenta Alexandr Paur de HVT, acerca de la fase de desarrollo de esta cocina de carácter único.

Estética elegante combinada con alta tecnología

“Trabajamos muy estrechamente con el cliente en la selección de colores, materiales y equipos, pero el diseño en sí fue una idea común de nuestros diseñadores”, prosigue Alexandr Paur. Debido, entre otras cosas, a las especiales dimensiones del espacio, surgió la idea de apostar por unas esquinas pronunciadamente redondeadas para el lineal y la isla: un diseño que inevitablemente recuerda las formas orgánicas del art nouveau.

A juego, los armarios complementan la nobleza del ambiente con frentes de cristal mate y accesorios dorados en los tiradores, el grifo del fregadero o las lámparas. Los acentos dorados, así como la piedra artificial de las encimeras y la pared del lineal, que imita a la perfección el mármol auténtico, otorgan al conjunto un toque cálido y acogedor.

Otro elemento óptimamente armonizado con la estética tranquila de la cocina es la placa de cocción BORA Pure con extracción hacia abajo: integrada al ras en la encimera en tono claro, no solo destaca visualmente sino que ofrece una sensación de apertura y espacio que no habría sido posible con una campana extractora a la altura de la cabeza. Como segunda razón para apostar por BORA en esta cocina, Alexandr Paur menciona que los clientes “estaban encantados con la efectividad del sistema de extracción BORA”.

Formas curvas como constante

Además de por la armonía de su estética en general, esta cocina también destaca por sus numerosos detalles, pensados al milímetro. Un ejemplo de ello son los interruptores y enchufes de estilo retro. Su forma redonda, nostálgica, no solo es otra referencia a la historia de la villa, sino que también retoma el elemento de diseño constante en la cocina: las formas curvas.

La tobera de entrada del sistema de placa de cocción BORA Pure es otro elemento redondo, al igual que los tiradores de los armarios inferiores del lineal, por supuesto, también de forma redondeada. Los planificadores de cocinas no dejaron nada al azar y no quisieron obviar el entorno histórico, ni siquiera en los detalles más pequeños. Sin embargo, pese a la belleza arquitectónica histórica de la casa, el montaje de la cocina supuso un verdadero desafío.

Con un solo ascensor de reducidas dimensiones y escaleras estrechas, la cocina tuvo que ser transportada y entregada por piezas. Por si fuera poco, era necesario cumplir con las estrictas normas del administrador del edificio y del ayuntamiento. Alexandr Paur recuerda: “Significaba que no podíamos causar polvo o ruidos excesivos”. De nuevo, los diseñadores consiguieron superar las adversidades con maestría, y crearon una cocina de ensueño en un ambiente de ensueño.